
Yo le quería decir la verdad por amarga que fuera pero él prefería escuchar mentiras piadosas.
Y, cuando le hablé de ese chico que me hizo perder la cabeza estalló: "¿Vas a callarte de una vez, por favor?". Y así fue como aprendí que historias de dos conviene a veces mentir que ciertos engaños son narcóticos contra el mal de amor.
Y, cuando le hablé de ese chico que me hizo perder la cabeza estalló: "¿Vas a callarte de una vez, por favor?". Y así fue como aprendí que historias de dos conviene a veces mentir que ciertos engaños son narcóticos contra el mal de amor.

No hay comentarios:
Publicar un comentario