domingo, 23 de noviembre de 2008
Hace demasiados meses, que mis payasadas no provocan tus ganas de reír. No es que ya no me intereses, pero el tiempo de los besos y el sudor, es la hora de dormir .Duele verte removiendo la cajita de cenizas que el placer que de por si dejo .Mal y tarde estoy cumpliendo la palabra que te di cuando jure escribirte una canción. Un Dios triste, nos castigo por trepar juntos al árbol y atracarnos con la flor de la pasión. Por probar aquel sabor, el agua suele apagar el fuego y al ardor el tiempo, Amor se llama el juego: En el que un par de ciegos juegan a hacerse daño. Y cada vez peor, y cada vez mas rotos, y cada vez mas tu, y cada vez mas yo, sin rastro de nosotros. Ni inocentes, Ni culpables. Corazones que desbroza el temporal, carnes de cañón. No soy yo, ni tu, Ni nadie, son los dedos miserables que le dan cuerda a mi reloj. Y no hay lágrimas; que valgan para volver.
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