Soy del color de tu porvenir me dijo el hombre del traje gris, no eres mi tipo le contesté Y aquella tarde aprendí a correr. Al pisar la estación Le abrí la jaula a mi corazón. Tras las montañas estaba el mar, La noche, el vértigo, la ciudad, el mundo a cambio de una canción Me daba un plato, un beso, un colchón.
viernes, 3 de octubre de 2008
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